Después de la toma de contacto
con la línea de costa tan diversa que nos ofrecía la ciudad de Calpe, hemos
podido comprobar los errores y/o aprendizajes del objeto porfolio. Cabe
destacar esa importancia de la diversidad en el tipo de costa que hemos podido
encontrar y como las diferentes técnicas que íbamos descubriendo nos daban
pistas del tipo de actuación que hacen posible esa imagen y conservación de la
costa. De alguna forma, que el medio entre sí funcione.
Desde la forma que había a causa
de la erosión de las olas contra la fachada de piedra y arena, hasta las
actuaciones urbanísticas que no hacían más que invadir, poco a poco, toda la
línea hasta incluso intentar penetrar en ella. Todo ello formaba parte de un
ecosistema donde los materiales se hacen patentes en todos los rincones.
Me llamó especialmente la
atención cómo la vegetación y la flora se apoderaba del lugar, pero también le
aportaba una gran solidez para que no se derrumbara. Cómo las raíces eran el
sustento natural que el hombre intentaba artificializar este mismo efecto
mediante mallas y red metálicas. Era como esa contraposición a los materiales
propios que nos brinda la naturaleza a aquellos que intentamos imponer y que
intentan suplantar la misma función que hacen.
También sorprendía que, a pesar
de todo, la costa y su línea de costa no estaba muy llena de residuos. A pesar
de que aún había turismo y fluencia de gente no era un causante negativo para
el atractivo del lugar.
Personalmente, precisamente, esa línea de mar, donde las olas rompen y desaparecen, pero dejan una erosión sobre la tierra donde encontraba un especial atractivo. Donde el agua siempre está presente y va dando una forma diferente a la costa.
Erosiona las rocas
redondeándolas y dejándolas estancadas en la costa. Esa agua es sustento de la
vegetación que florece, y las rocas y la arena consiguen drenar esa agua y que
la sal no sea un problema para esta forma de vida no humana.
Con respecto al objeto y a la
prueba de carga en esta línea de cosa que me interesaba, fue difícil hacerlo
funcional en un principio en aquellos lugares donde el fuerte oleaje hacía
inmanejable el objeto. Si es verdad que sí que se conseguía mezclar con el
movimiento de las olas, los pesos se quedaban estancos en la arena que iba
sucumbiéndolos bajo la arena y las bolsas iban dibujando las trayectorias de
las olas al chocar con la tierra. También, este objeto se mezclaba con los
diversos elementos marinos, conseguía mezclarse entre ellos, las algas formaban
los hilos como si del objeto se tratara, la arena de los pesos se mezclaba con
la arena de la playa, las rocas conseguían hacer fijo en un lugar el objeto, y
los tubos del plástico conseguían captar en su interior el agua y las pequeñas
rocas que interferían con el objeto. Todo ello se observa en la prueba de carga
en el propio medio de la playa.
A pesar de ello, al objeto le
faltaba cuerpo, más rigidez y fuerza para combatir esa fuerza con la que venían
las olas, y que sus diferentes pesos y plásticos no se entrelazaran entre sí.
En este caso, se ha hecho claramente patente como al principio, en el
laboratorio previo, en la piscina, el efecto era diferente, más tranquilo y más
controlado, pero que, si nos referimos al medio real, es cuando nos damos
cuenta de esa falta o carencias que tienen nuestros objetos. Unas carencias que
se pueden suplir en cuanto se haga más patente la materialidad y más cuerpo al
propio objeto. De esta forma, conseguirá influirse de otra forma con el medio,
más complementaria y no tan agresiva entre sí.
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