domingo, 2 de octubre de 2016

Prueba de carga_Excursión

Después de la toma de contacto con la línea de costa tan diversa que nos ofrecía la ciudad de Calpe, hemos podido comprobar los errores y/o aprendizajes del objeto porfolio. Cabe destacar esa importancia de la diversidad en el tipo de costa que hemos podido encontrar y como las diferentes técnicas que íbamos descubriendo nos daban pistas del tipo de actuación que hacen posible esa imagen y conservación de la costa. De alguna forma, que el medio entre sí funcione. 


Desde la forma que había a causa de la erosión de las olas contra la fachada de piedra y arena, hasta las actuaciones urbanísticas que no hacían más que invadir, poco a poco, toda la línea hasta incluso intentar penetrar en ella. Todo ello formaba parte de un ecosistema donde los materiales se hacen patentes en todos los rincones. 




Me llamó especialmente la atención cómo la vegetación y la flora se apoderaba del lugar, pero también le aportaba una gran solidez para que no se derrumbara. Cómo las raíces eran el sustento natural que el hombre intentaba artificializar este mismo efecto mediante mallas y red metálicas. Era como esa contraposición a los materiales propios que nos brinda la naturaleza a aquellos que intentamos imponer y que intentan suplantar la misma función que hacen. 



También sorprendía que, a pesar de todo, la costa y su línea de costa no estaba muy llena de residuos. A pesar de que aún había turismo y fluencia de gente no era un causante negativo para el atractivo del lugar. 



Personalmente, precisamente, esa línea de mar, donde las olas rompen y desaparecen, pero dejan una erosión sobre la tierra donde encontraba un especial atractivo. Donde el agua siempre está presente y va dando una forma diferente a la costa. 


Erosiona las rocas redondeándolas y dejándolas estancadas en la costa. Esa agua es sustento de la vegetación que florece, y las rocas y la arena consiguen drenar esa agua y que la sal no sea un problema para esta forma de vida no humana. 


Con respecto al objeto y a la prueba de carga en esta línea de cosa que me interesaba, fue difícil hacerlo funcional en un principio en aquellos lugares donde el fuerte oleaje hacía inmanejable el objeto. Si es verdad que sí que se conseguía mezclar con el movimiento de las olas, los pesos se quedaban estancos en la arena que iba sucumbiéndolos bajo la arena y las bolsas iban dibujando las trayectorias de las olas al chocar con la tierra. También, este objeto se mezclaba con los diversos elementos marinos, conseguía mezclarse entre ellos, las algas formaban los hilos como si del objeto se tratara, la arena de los pesos se mezclaba con la arena de la playa, las rocas conseguían hacer fijo en un lugar el objeto, y los tubos del plástico conseguían captar en su interior el agua y las pequeñas rocas que interferían con el objeto. Todo ello se observa en la prueba de carga en el propio medio de la playa.



A pesar de ello, al objeto le faltaba cuerpo, más rigidez y fuerza para combatir esa fuerza con la que venían las olas, y que sus diferentes pesos y plásticos no se entrelazaran entre sí. En este caso, se ha hecho claramente patente como al principio, en el laboratorio previo, en la piscina, el efecto era diferente, más tranquilo y más controlado, pero que, si nos referimos al medio real, es cuando nos damos cuenta de esa falta o carencias que tienen nuestros objetos. Unas carencias que se pueden suplir en cuanto se haga más patente la materialidad y más cuerpo al propio objeto. De esta forma, conseguirá influirse de otra forma con el medio, más complementaria y no tan agresiva entre sí. 


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